Aunque las previsiones de la moda para 2024 muestran un optimismo prudente, la incertidumbre prevalece entre los líderes del sector, ya que las marcas de moda se enfrentan a problemas acuciantes que afectan a la rentabilidad y la sostenibilidad del sector, como la desaceleración económica, la inflación, la escasa confianza de los consumidores y los inventarios sin vender.

